martes, 4 de agosto de 2009

PSOE versus Alianza Popular (no es un lapsus)

Algún día alguien terminará por darse cuenta de que la verdadera diferencia entre el Partido Popular y el PSOE no está, como muchos creen, en sus dirigentes (que la hay, pero caben interpretaciones), ni en su ideología (ver idearios), ni en las cosas que hacen o dejan de hacer unos y otros (ahí hay –¡ay!– leyes, que son hechos) ni en las cosas que se dicen y en cómo se dicen (visitar hemerotecas), ni de que los sinvergüenzas del PSOE van a la cárcel y los del PP no (Roldán sí, y Mariano Rubio, y Barrionuevo, pero Camps no, ni Bárcenas, y si no, al tiempo) y unos dimiten por errores (Antoni Asunción sí; Mariano Rajoy o Cascos no) o por clara negligencia y/o incompetencia (José Luis Corcuera sí, Cascos o Trillo no). Tampoco se dimite por mentiras demostrables y canallas: ni Aznar ni Acebes ni Zaplana ni Trillo ni Rajoy ni etc. (claro, que por aquí tampoco González ni Guerra, pero ya se explica más abajo).


O risas estentóreas y felices por ir a una guerra a despanzurrar mujeres y niños (dimisión y cárcel para todos los diputados del PP en pleno).


Cierto también que los dos incumplen las mismas promesas, pero la solución de eso está en las manos de los que no votan a un sinvergüenza sabiendo que lo es, diga un juez lo que diga.


No, señores, no; la verdadera diferencia está en los votantes de uno y otro: al margen de lo que los jueces de este país digan (tan imparciales la inmensa mayoría de ellos, oye) cuando se ve claramente a un sinvergüenza, los votantes del PSOE echamos a éste del poder con nuestros votos. Hay que ver lo que hacen los del PP: ¡acuden masivamente a las urnas a votarlos, con manifestaciones callejeras en apoyo del canalla!


No sé, pero, ¿un extraterrestre sin perjuicios ni prejuicios vería alguna diferencia?

Sorpresa para tontos

¡Uy! Menuda sorpresa me llevé ayer cuando unos jueces de este país le salvaron el culo a un alto representante de la derecha española (y por extensión a su partido, representante de la susodicha), tirando por la borda sus carreras y su honor (los jueces, digo). Me quedé de piedra, ¡tan fenomenal fue la sorpresa! Luego me dio por pensar que quizás es que nada temían de su más que evidente prevaricación, pues en definitiva poco se jugaban: sus carreras están más que políticamente protegidas (pronto los veremos en más altos tribunales, con más y mejores sueldos y prebendas), y en cuanto a su honor...


Es lo que tiene la falta de algaradas callejeras. ¡Qué envidia me dan los países con jueces de verdad!

jueves, 17 de julio de 2008

Inmersiones linguísticas

Carta enviada (y no publicada) por mi humilde persona a "Cartas al Director" de El País, en relación a un artículo de Opinión de Gonzalo Pontón, un editor completamente desconocido para mí (y a saber para cuánta gente más). Hablaba este señor (tampoco tengo en realidad motivos para pensar que no lo sea) sobre la "inmersión linguística" de las Comunidades Autónomas bilingües, en general, y en Cataluña en particular.

Comete el Sr. Gonzalo Pontón (lunes, 14 de julio) los dos mismos errores (¿o no son errores?) que tantos otros, intelectuales o no, cometen con este asunto de las lenguas. Un artículo de opinión repleto de sarcasmos y de ironías de trazo grueso (no le conozco, pero seguro que él lo puede hacer mejor), y repleto asimismo de las mismas inexactitudes, no sé si por descuido o por malicia. Cuando se habla del la inmersión linguística del catalán en Cataluña no parece que ni el Sr. Pontón ni otros muchos miren hacia el futuro (2, 3, 5 generaciones) sino que su visión la limitan de forma voluntaria a días-vista. Ni una sola hora más. Primer error (o no).

Segundo error (o no): igualmente limitan geográficamente esa "normalidad linguística" a Barcelona. ¿Qué pasa con Lérida? ¿Qué con Tarragona? ¿Qué sucede en Gerona? Madrileño como soy, mi admiración y aprecio por Barcelona y los barceloneses es, a pesar de los esfuerzos de las élites nacionalistas de toda laya, tanto periféricas como centrales, más que apreciable; y esa admiración está más que justificada, como lo prueba el que todos aquellos que quieren defender esa "normalidad linguística" impuesta por el nacional-catolicismo catalán la ponen a ella como ejemplo.

Seguro que el Sr. Gonzalo Pontón y adláteres sabe que Cataluña, para bien y para mal, es algo más que la cosmopolita, comprometida y culta Barcelona.

lunes, 16 de junio de 2008

Décima a jose

Este del negro bigote
como cojones de grillo
sumó a su falta de brillo
un exceso de estrambotes.

Siempre firme ese pegote
que al hablar nunca movía,
y que sólo se reía
si la ocasión demandaba
seriedad en lo que hablaba
y mesura en sus porfías.

Y pues iba de estrambotes
el señorito sobrado,
vaya este dedicado
a su viva inteligencia;
a su cultura, a su ciencia
y a su ingenio de bigotes.

jueves, 5 de junio de 2008

Bienvenidos a todos

Este blog no es para nada en absoluto, pero quién sabe si a la larga pueda llegar a servir para todo, desde ayudar a alargar un (es un poner) brazo corto, como para descubrir que nuestro ínclito y polimérico aznar sabe escribir. Al fin y al cabo, cuando se retiró de la política jurando no volver, le dio por llevar una vida de asceta intelectual muy al cabo de su pelo de poeta atormentado.


Ya lo decía su costilla: "Mi jose, desde que ha dejado la política, no hace más que leer y leer. Se pasa las horas muertas en la biblioteca mirando libros". (¡Mirando libros! ¿Qué entenderá la familia aznar por coger un libro?).


Más cosas haría el muy bribón, cuando tan rápidamente se buscó otra, más joven y con el gollete menos trasteado. ¿En qué oscuras y lóbregas bodegas de internet andaría olisqueando este nuestro común ex-Presidente del Gobierno? ¡Y yo llamándole tonto! Gilipollas yo, que sigo con la misma.


Pero me desvío (o no tanto, en realidad): yo quería dar la bienvenida a todo aquel ser humano que, obligado o por gusto, caiga en esta especie de redada que es un blog. Sí que me gustaría compartir con todo el mundo risas y llantos; alegrías y pepenas. Hablar de cosas sobre las que estemos de acuerdo, pero también (qué poca gracia tendría esto si no) sobre las que no lo estemos. Por ejemplo, este chema que tan curiosón y espabilado nos ha salido. ¡El muy granujilla!


Sí que desearía (no quiero engañar a nadie) que todos aquellos que, por la razón que sea, quieran opinar y/o atacar o defender, lo hagan conscientes de que es de todo punto preciso que lo hagan de forma que puedan escribir sus propios nombres con mayúscula, no como hago yo con este sano muchachote de chemita. Las mayúsculas hay que ganárselas, amiguete.


Y ya está bien por el momento. Como entrada, saludo, prefacio, presentación y comienzo creo que con lo dicho sobra. Ya iré poco a poco metiendo cosas gráficas en este espacio, ahora vacío de cosas bonitas que brillen en la oscuridad de este espacio; que se mueven, hipnotizantes unas veces; desesperantes otras, a lo largo y ancho del monitor, distrayendo de lo importante: los nombres con mayúsculas.


P.D.: Añadiré, como post-data y cierre, que no solamente aborrezco lo imposible de respetar, sino que también me gustan cosas sobre las que nada entiendo (fútbol, verbi gratia).