lunes, 16 de junio de 2008

Décima a jose

Este del negro bigote
como cojones de grillo
sumó a su falta de brillo
un exceso de estrambotes.

Siempre firme ese pegote
que al hablar nunca movía,
y que sólo se reía
si la ocasión demandaba
seriedad en lo que hablaba
y mesura en sus porfías.

Y pues iba de estrambotes
el señorito sobrado,
vaya este dedicado
a su viva inteligencia;
a su cultura, a su ciencia
y a su ingenio de bigotes.

jueves, 5 de junio de 2008

Bienvenidos a todos

Este blog no es para nada en absoluto, pero quién sabe si a la larga pueda llegar a servir para todo, desde ayudar a alargar un (es un poner) brazo corto, como para descubrir que nuestro ínclito y polimérico aznar sabe escribir. Al fin y al cabo, cuando se retiró de la política jurando no volver, le dio por llevar una vida de asceta intelectual muy al cabo de su pelo de poeta atormentado.


Ya lo decía su costilla: "Mi jose, desde que ha dejado la política, no hace más que leer y leer. Se pasa las horas muertas en la biblioteca mirando libros". (¡Mirando libros! ¿Qué entenderá la familia aznar por coger un libro?).


Más cosas haría el muy bribón, cuando tan rápidamente se buscó otra, más joven y con el gollete menos trasteado. ¿En qué oscuras y lóbregas bodegas de internet andaría olisqueando este nuestro común ex-Presidente del Gobierno? ¡Y yo llamándole tonto! Gilipollas yo, que sigo con la misma.


Pero me desvío (o no tanto, en realidad): yo quería dar la bienvenida a todo aquel ser humano que, obligado o por gusto, caiga en esta especie de redada que es un blog. Sí que me gustaría compartir con todo el mundo risas y llantos; alegrías y pepenas. Hablar de cosas sobre las que estemos de acuerdo, pero también (qué poca gracia tendría esto si no) sobre las que no lo estemos. Por ejemplo, este chema que tan curiosón y espabilado nos ha salido. ¡El muy granujilla!


Sí que desearía (no quiero engañar a nadie) que todos aquellos que, por la razón que sea, quieran opinar y/o atacar o defender, lo hagan conscientes de que es de todo punto preciso que lo hagan de forma que puedan escribir sus propios nombres con mayúscula, no como hago yo con este sano muchachote de chemita. Las mayúsculas hay que ganárselas, amiguete.


Y ya está bien por el momento. Como entrada, saludo, prefacio, presentación y comienzo creo que con lo dicho sobra. Ya iré poco a poco metiendo cosas gráficas en este espacio, ahora vacío de cosas bonitas que brillen en la oscuridad de este espacio; que se mueven, hipnotizantes unas veces; desesperantes otras, a lo largo y ancho del monitor, distrayendo de lo importante: los nombres con mayúsculas.


P.D.: Añadiré, como post-data y cierre, que no solamente aborrezco lo imposible de respetar, sino que también me gustan cosas sobre las que nada entiendo (fútbol, verbi gratia).